Redes Sociales

Truchas Serranas por Diego Huergo

M

Me llamo Diego Huergo, tengo 39 años, vivo en Villa Dolores, Córdoba, muy cerca de las sierras. Pesco con mosca desde los 9 años y tuve durante algún tiempo una escuela de pesca con mosca, hoy sigo dando clases de lanzamiento, de atado y de pesca en forma particular. Desde hace varios años guío gente en las sierras.

Al principio fue algo que se iba dando solo sin buscarlo; hoy en día lo hago como un trabajo (el mejor trabajo del mundo).

El río al que más llevo gente es el Río de los Sauces. Este río es también al que voy a pescar el 90% de las veces. Fui por primera vez a los 14 años y me enamoré de ese lugar; he recorrido cada tramo de sus 15km muchas veces. Es un río difícil para acceder ya que requiere de una larga caminata entre montes de mucha vegetación y varias quebradas, entre las cuales hay varios senderos donde solo algunos tienen bajada al río. Este transita por una de esas quebradas, la más profunda. Tiene además mucha vegetación en sus márgenes, lo que lo hace difícil de recorrer y bastante difícil de pescar porque muchos de esos árboles están caídos en el cauce y hay poco espacio para lanzar la mosca con comodidad. Todas estas características también lo protegen de la sobrepresión de pesca y en parte de los furtivos, por lo que tiene buena población de truchas y muy buenos ejemplares. Es, a mi criterio, el mejor y más difícil río de Córdoba.

Solo posee truchas arcoíris. Tiene mucha vegetación acuática por lo que posee también una buena cantidad y variedad de insectos todo el año (alimento para las truchas): odonatas (damsel y dragonfly), cadis, pulgas de agua, camarones, mayfly, etc. Tal es la cantidad de insectos y pequeños bagrecitos que viven en sus aguas que las truchas no tienen la necesidad de subir a comer en la superficie, salvo que caiga al agua algún terrestre como langostas o cascarudos (muy abundantes en las márgenes del río) o con alguna rara eclosión de grandes cadis que pocas veces tuve el privilegio de contemplar.

Vista desde las sierras del Río de Los Sauces

Por ser un río que nace de un embalse tiene algunas características muy favorables para las truchas: tiene un caudal de agua constante (nunca hay aguas demasiado bajas ni tampoco grandes crecientes; ambas situaciones normales en los ríos de las sierras de Córdoba); como el agua sale del fondo de la presa la temperatura de la misma es siempre baja (aun en los días más calurosos del verano).

En general (dependiendo del caudal de agua) la mayoría de las veces la pesca la hago con línea de flote un leader de 9ft o 10ft que termina en un 4X o 5X con indicador de pique y pequeños scud o larvas de imitaciones de larvas de cadis en su capullo (que en este río lo fabrican de palitos). Con los años he observado que la pesca más eficiente (en este río) es en deriva muera; incluso si la trucha ve la mosca mientras va “cayendo” (profundizando) suelen rechazarla; pero si la mosca se le presenta al pez en perfecta deriva muerta sin drag (y la imitación es convincente en tamaño, forma y color) pocas veces no termina en pique. El problema se suele presentar luego de prender al pez, que, con tanta vegetación, ramas de árboles y piedras en el cauce, el pez tiene la ventaja y muchas veces termina escapando. Si el caudal de agua es mayor (y por ende la corriente) suelo utilizar pequeños streamers que imitan bagrecitos. Muy pocas veces he ido al río y vuelto a casa sin haber logrado ninguna captura, y no recuerdo haber vuelvo sin al menos un pique. Uso una caña Redington CT #3.

Atrás quedaron los años en los que caminaba kilómetros de río y me enfocaba en superar el número de capturas de la vez anterior (llegué a pescar alrededor de 30 truchas en una jornada), hoy disfruto cada día más el simple hecho de estar en el río, de lograr un buen tiro y una buena deriva (aunque no termine en pique), de ayudar a que otros pesquen. Guiar en este río es por lejos el mejor trabajo que he tenido (¡y el más demandante físicamente!).

Los comienzos

Mis primeros recuerdos de vida son a partir de los 4 años. Uno de ellos es haber visto mojarritas en el río donde íbamos en el verano con mi familia (Piedra Pintada), a unos 6km de mi casa. Hasta el día de hoy, a mis 39 años, tengo esa imagen en mi cabeza, esa sensación de fascinación que me causó y que aún me causa ver un pez. Mis primeros pasos en la pesca fueron “sumergir frascos con miguitas de pan”. A esa edad experimenté por primera vez la tremenda sensación de haber atrapado un pez.

Un año después mi Papá me regaló mi primera caña de pescar (mojarritas obviamente); me perdieron para siempre… Esperaba ansioso la llegada del fin de semana para ir al río. Apenas frenaba el auto yo salía desesperado; cañita, tarrito de lombrices, balde y ¡a pescar! No jugaba, no me bañaba, no comía, nada… solo pescar hasta la hora de volver a casa. Mi pequeña mente solo pensaba en pescar. Tan “obsesiva” se había vuelto la pesca para mí que un día mis padres me dijeron (un rato antes de salir para el río) “hoy no se lleva caña”… BUM!!! Me habían “cortado las piernas”… Ellos querían que yo sea un “niño normal”: que juega, se baña, come, etc. Me fui al galpón, desarmé mi cañita y me hice una línea de mano que escondí en el bolsillo de la maya; en el otro bolsillo escondí lombrices. Tenía que tener la mano dentro del bolsillo para que no se asomen las lombrices. Cuando llegamos al río puse mi mejor cara de “niño normal” y dije ¡“me voy a bañar!”. Fui subiendo por el río lentamente hasta que desaparecí de la vista de mis padres. Saqué la línea y una lombriz, y empecé a pescar: tanza, anzuelo y lombriz, a la deriva y al tacto. ¡Volví a respirar! Como lógicamente no tenía balde las devolvía al agua. Esa fue mi primera experiencia de “devolución forzosa”. Debo haber tenido unos 7 años en ese momento. Como había desaparecido de la vista de mis padres un rato largo salieron a buscarme y me descubrieron pescando… Al final fue bueno porque entendieron que, aunque yo no era “normal” como los otros chicos si era muy feliz así. Negociamos: yo podía pescar todo el día, pero tenía que volver a comer a ciertos horarios y después podía irme de nuevo.

Reflexión final

A veces escucho decir que la pesca es un hobbie, que la pesca es un cable a tierra, que la pesca es un deporte, que es una excusa para relajarse, para compartir con amigos… Yo lo siento algo distinto, Pescar con mosca es una necesidad, es un instinto innato, me conecta con lo que soy… cuando tengo que presentarme en algún lugar digo siempre que soy Diego Huergo, que tengo 39 años, que nací en Villa Dolores, Córdoba, que soy Licenciado en Nutrición, que hago música y que pesco con mosca, y siempre pienso para mis adentros que el orden que siento es otro: Mosquero (primero), Nutricionista y músico, porque eso soy, porque eso fui primero, porque eso es lo que me apasiona, porque nada me hace tan feliz como estar en el río, pescando.

Diego Huergo

Amigo de la APPM, guía de pesca profesional en Córdoba 

Contacto: +54 9 3544542004

6 Comentarios

  • Felicitaciones Diego excelente nota que paisaje tremendo . Quierooo ir a pescar con voss . 👍

  • Muy buena nota , que linda es la pesca cordobesa

  • Recomendable 100% el río, el camino y Diego. Hermosas las truchas, las mejores de Córdoba.

  • Muy bueno Diego un relato exelente de parte de tu vida , con mi hijo lo ibamos a hacer , pero nos decidimos por uno mas cercano en su momento . El y su pareja viajaban hoy al sur pero por cosas de la vida se enfermo de Covid ayer. Cuando se recupere es posible que te contacte nuevamente y Disfrutaremos !!!

  • Alfredo Juaneda

    Excelente guía, no se guarda nada, conoce muy bien ese río, es el "patio de su casa". Un placer aprender a pescar junto a el. Nunca imaginé pescar esas truchas tan difíciles. Gracias Diego, nos vemos la próxima temporada.

  • alejandro Mogni

    En mi vida, solo pesqué truchas con cucharitas. Eso me hizo ganar el mote de "ferretero". Siempre practiqué la modalidad de catch and release y los anzueos que usaba no eran triples sino sencillo, incluso sin muerte. Siempre pensé que la pesca en las sierras de Córdoba ( Pesqúe en Río Gallegos, Río Grande, y Calafate), era con lejos la más divertida de todas (Piedras, saltos meterse den el agua sin waeder, sol, calor, pocas veces viento, víboras a evitar) Ahra bien, no tengo el título de nobleza de la pesca con mosca, aunque uno de mis libros preferidos es:"El perfecto pescador con caña" de Izzac Walton. A mis ochenta fantaseo con una buerna pesca con cucharita en el San Guillerrmo, mi río preferido. Ah, me olvidaba, pesqué Fontinalis en los cinco chorros y sobreviví a unafuriosa tormenta de verano en el alero de una cueva.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *