
Swing en el Correntoso
n primera instancia debo aclarar que esta salida de pesca no hubiera sido posible sin el inestimable aporte de mi gran amigo y compañero de tantas pescas Hugo Frigerio, vaya para él, mi más sincero agradecimiento. El sábado 12 de diciembre del 2015 nos encontró una vez más, junto a mi familia, regresando de una apertura de temporada en la zona de SMA. La pesca había sido buena y hasta allí todo parecía indicar que sería solo un arranque más, pero, llegando a Zapala un desperfecto mecánico lo cambiaría todo. Un repuesto que sólo se conseguiría en Neuquén Capital, nos obligaba a quedar varados tres días en la zona, por lo que no dudé demasiado en llamar a mi amigo Hugo: “¡Quédate tranqui, salgo ahora y en dos horas estoy ahí, tenés tres días de gracia para meter otra pesquita!”, me dijo entusiasmado. El viaje de retorno a SMA, fue todo planificación y casi sin pensarlo, Hugo me dice: “¿Pescaste alguna vez el Correntoso en diciembre?” con una sonrisa socarrona, como previendo lo que se venía: “No, nunca pesqué el Correntoso”, respondí con cierta incertidumbre, pensando en todo tipo de situaciones como aglomeración de pescadores, turnos y rotaciones, etc., etc., pero había un detalle a nuestro favor, no era noviembre, y eso, al mismo tiempo me tranquilizaba un poco. En ese contexto, esa misma tarde sacamos los permisos para zona preferencial y el día siguiente lo dedicamos a los preparativos.
Arrancamos temprano el lunes, Hugo nos dejó a las 7:30 hs. de la mañana en la boca de Correntoso sobre la orilla contraria al hotel, en la bajada “del cajón” o “la pileta”, y minutos después, siguió su camino a Villa La Angostura por cuestiones de trabajo, no sin antes dejarnos precisas indicaciones de cómo abordar la pesca.
El río estaba con buen caudal, aunque ya no, como en el de inicio de temporada. Mi equipo se componía de mi querida Xi3 #6 y reel SAGE 1650, cargado con una línea Royal Wulf AMBUSH #6, excelente para tiros de spey y largos roll cast, rematada con un leader de 9’ 1X al cual le agregué aproximadamente 2 mts de tippet 2X. Las moscas usadas fueron exclusivamente wets en tamaño #6 y #4.


Al llegar estábamos solos, toda esa orilla era para nosotros aunque mientras armábamos los equipos un par de pescadores curiosos llegaron al lugar. Permanecieron a unos metros observando detalladamente lo que hacíamos hasta que uno de ellos, superado por la situación decidió acercarse y en un tono no demasiado alentador dijo… “¿Cómo pensás pescar?… ¡¡¡¡Acá se pesca con shooting y streamers!!!!…, te tenés que meter al agua cerca de la desembocadura y sacar un tiro lo más largo posible hacia el lago…”. “Bueno, nosotros vamos a hacer algo diferente” dije interrumpiendo sus palabras, “vamos a pescar con wets”, continué…. sería difícil describir con palabras, el extraño gesto en la cara de aquel pescador, luego de mis palabras, por lo que, acto seguido, decidieron alejarse y comenzar sus intentos unos minutos más tarde en la orilla contraria delante del hotel.
Nuestra idea, mientras tanto, era comenzar pescando corto en la bajada que hay a un lado de la estructura de hormigón, por lo que, inicié con unos rolls muy relajados a través de la corriente, luego, un mend aguas abajo y a sostener la línea con mi mano, para que la mosca haga un buen swing lo más prolijo posible, hasta quedar perfectamente recta y tensa al final de la deriva, por unos instantes.
Luego de unos 8 o 10 tiros sin ninguna respuesta, observé que la corriente aún era algo fuerte, por lo tanto, opté por agregar un tip de unos 7’ de hundimiento intermedio antes del leader para que la mosca derive un poco más abajo en la columna de agua, y así fue que casi al finalizar la tercer deriva ya saliendo del run más profundo, algo detuvo repentinamente la mosca, me afirmé y clavé de inmediato dando inicio así a una buena pelea con mi primer trucha del río Correntoso, la cual resultó ser un hermoso macho de fontinalis, que pronto estaba de vuelta en el fondo del río sano y salvo.

Promediaba la mañana y la pesca era realmente entretenida, varios piques errados y una arco algo más chica que la anterior, eran el saldo de una jornada excelente, impensada para mi unos días antes. Las situaciones que se sucedían eran casi calcadas, corridas seguidas de acrobáticos saltos que muchas veces terminaban con la trucha despidiendo la mosca.
Me tomé un pequeño descanso, mate de por medio y me dediqué solo a observar cómo pescaba Adri, que aplicando la misma técnica lograba varios y violentos piques en pocos minutos. Luego, se cortó por completo la actividad.
Cerca del mediodía retomé los intentos, recorriendo nuevamente los sectores que había pescado más temprano y casi cuando estaba dando por finalizada la pasada, luego de un cast más largo con la wet derivando bien metida en el chupón de la embocadura, conecté la que sería la mayor arco de la jornada, que luego de una épica batalla, terminó ganando la contienda en una última arremetida cuando estaba casi varada. Nunca den por vencida a una plateada del Correntoso, son realmente pólvora pura.
Si bien la pesca en el río Correntoso adquiere sus momentos más picantes al inicio y fin de temporada, no caben dudas que diciembre sigue siendo un momento muy productivo, sobre todo para aquellos a los que nos gusta probar con otras técnicas que rompen con el clásico esquema de shooting, más apropiado para aguas más altas y truchas muy hambrientas “post desove” que buscan un buen bocado.
No descarto visitar el Correntoso en noviembre para abrir alguna temporada, pero, les aseguro que pescarlo al swing en diciembre siempre estará en mi agenda.


Saludos a todos y “PERFECT CAST”

Diego Calcagno
Socio APPM
Deja un comentario