ara comenzar a contarles esta historia muy reciente debo abrir un paréntesis extenso, es necesario contar varias anécdotas antes de meternos en esta pesca puntualmente.
Debo confesar que compartí muy pocas pescas con Ale Inchauspe (El Chiquito), y las veces que fui con él quedé sorprendido con su forma de castear. Un poco por su buena técnica, también por su equipo (una Redington Vice #7 muy equilibrada y que desde hace un tiempo quiere cambiar), y otro tanto porque su altura no abunda.
A pesar de ser un buen caster, es un tipo con algo de mala suerte, esas personas que hacen todo bien pero que no se le da. A diferencia de otros que hacemos todo mal y se nos da (típico de culón).
Recuerdo un viaje a Villa Lago Rivadavia que estábamos pescando el Carrileufu con muchísima agua, y donde venían funcionando muy bien algunos streamers con shootings de hundimiento. Cuestión que habíamos realizado una pesca digna varios de los pescadores, pero a Ale se le negaba, incluso había tenido piques, pero por H o por B no llegaban al copo. Finalmente, en los últimos días del viaje “se le dio” y pudo volver feliz después de varias cargadas. También le habían sido esquivas las taruchas en los últimos intentos en busca de las Hoplias, hasta llegó a decir, caliente por la situación, “en este lugar hay 4 taruchitas y se las reparten entre ustedes”.
En fin, las últimas salidas de pesca la cosa venía mal, una racha negativa dirían los futboleros. Igual el tipo firme en los viajes, cuando puede dice presente. De obstinado nomás. Ahora si nos metemos en esta historia de revancha. El premio del que insiste. Resulta que un grupo de seis integrantes de la APPM organizamos un viaje relámpago en busca de los lenguados en Mar Chiquita. Algo extraño, porque teníamos que salir un lunes laboral a las 3 de la mañana, pescar todo el día y pegar la vuelta para estar a las 10 de la noche en La Plata, una locura. Los guías que conocen a fondo la Albufera (Nadir Dupuy y El Tuba) nos habían avisado un par de días antes que ese lunes podía llegar a estar bueno. Para todo esto veníamos atando muchas moscas que nos habían recomendado los chicos de Mosqueros Marplatenses Asociación Civil. Llegamos al pesquero y el lugar era soñado, un día soleado, temperatura agradable, poco viento y el agua no tan fresca. Rápidamente armamos las cañas (equipos #6 algunos, otros optaron por #8), líderes torsionados que nos preparó Mati para cada uno de nosotros junto con una Camored con algunos brillos. El agua estaba algo turbia y decidimos pescar con moscas color verde chartreuse. Waders, botas de vadeo, anteojos y gorra. A Ale le prestó Pablo un wader de neoprene que le quedaba algo largo de tiro, pero no le importó. Flojo de cantidad de moscas, como siempre, me pellizcó la caja en un ataque conjunto con Juan Sato, me vaciaron. El día comenzó complicado con la pesca, algún que otro lenguadito salía, pero faltaba un poco de acción. Los guías nos llevaron a los mejores puntos, pero la cosa venía complicada. Al final del día la cuenta nos dio en positivo, pero eso es otra historia. Y acá es cuando se pone interesante el relato, cuando nos acercamos a la boca de la Albufera el viento se puso intenso, difícil para castear. Era cerca del mediodía cuando Ale pudo pinchar su primer lenguado. El grito de los cinco que estábamos cerca fue impresionante. Nadir y el Tuba se sumaron a la alegría, a la distancia no sabíamos qué tamaño tenía ese lenguado así que nos fuimos acercando. Costó mucho copearlo porque no se mostraba. Hasta que pudo entrar a la red (la que el Tuba nos había pedido que lo ayudemos a estrenarla) y la alegría fue inmensa. Un verdadero monstruo en manos del Chiquito, un lenguado hermoso cuyo peso no lo sabremos porque inmediatamente fue devuelto, pero que seguro estaba alrededor de los 10kg. Este viaje quedará en nuestro recuerdo porque Ale volvió a ser Leyenda, como aquella vez que junto a Fran y el Coronel despuntaron la pesca de pejerreyes con mosca en Madariaga. La duda es si en las próximas pescas podrá mantener el título de Leyenda o volverá a ser El Chiquito.
Feranado
Vamos Padrino sos mi idolo .. buen relato Fely felicitaciones